18/8/15

Misión: Imposible - Nación secreta (Mission: Impossible - Rogue Nation)

Misión: Imposible - Nación secreta (Mission: Impossible - Rogue Nation), los espías se acomodan.

Cuerpos de fantasmas flotando in the sky
Desde su inicio, al menos en su versión en pantalla grande, esta saga ha intentado asentarse entre géneros para encontrar su hueco. Con Misión: Imposible, Brian De Palma comenzó a lo grande con espionaje de alto nivel, trama a la altura y gadgets muy locos como marca de la casa. La cosa se torció con M.I.-2 (Misión imposible 2) donde John Woo patinó al intentar transformar un thriller de acción en una patochada hiperbólica sin personalidad y de apariencia hortera. J.J. Abrams se empeñó en resucitar el cadáver y firmó la decente Misión imposible III, redefiniendo el concepto en blockbuster explosivo con hilos conspiranoicos. Con todo establecido, llegó Misión imposible: Protocolo fantasma, la cinta dirigida por Brad Bird que terminó de ajustar las piezas y ofreció el título más entretenido y autoconsciente desde la primera entega. Ahora, con todo en su sitio y con Christopher McQuarrie como nuevo colega de Tom Cruise gracias a la resultona Jack Reacher, sólo tocaba hacer un nuevo capítulo con todo lo aprendido. Y lo cierto es que han repetido la formula y no hay nada incorrecto del todo pero, por algún motivo, no vale.

La trama nos presenta a Ethan Hunt y compañía al borde de la desaparición, otra vez. El gobierno ha cerrado la FMI (Fuerza de Misión Imposible) y su agente estrella está desaparecido y en búsqueda y captura, sí, otra vez. Tampoco se hubiese entregado si no tuviese nada que hacer, pero lo cierto es que anda liado intentando derrocar a unos malos, el Sindicato, que son de lo que no hay.

Usando el hombro a lo Imperator
Tom Cruise está muy cómodo en la piel de Hunt y se nota. Además de la machada inicial, un tipo de 53 años colgado a un avión que despega, aguanta el tipo todo el metraje sin mostrar un punto débil que pueda hacer pensar a nadie en una jubilación próxima. Su trío de confianza, Jeremy Renner, Simon Pegg y Ving Rhames, funciona como de costumbre, algo arrastrados por la inercia, como casi todo en Misión: Imposible - Nación secreta, pero siendo útiles para no volver a dejar sólo al prota. Rebecca Ferguson se luce como companion femenina y Sean Harris es un miscasting de villano importante. Alec Baldwin también ronda por ahí, aportando peso al reparto, entiendan esto como quieran.

Christopher McQuarrie se le ha ido la mano con las misiones. Si se hubiese quedado en cuatro o cinco y rebajase la duración media horita, estoy seguro de que la experiencia sería más redonda. A los ochenta minutos estaba totalmente saciado de robos, misterios tontorrones e infiltraciones milagrosas. Reconozco que repite el esquema de Misión imposible: Protocolo fantasma, pero está tan sobrada que el último tercio puede hacerse cuesta arriba.

También tienen la culpa los constantes referentes a títulos anteriores. Todo lo hemos visto ya, la persecución con motos, el final en una terraza nocturna, la mujer amenazada, el equipo a punto de desaparecer y al pobre Hunt volviendo de la muerte. Casi es un resumen de lo visto hasta el momento.

En definitiva, un entretenimiento veraniego que, con alguna novedad más y algunos minutos menos, hubiese sido mucho más interesante.

Cómo está el transporte
Aquí el trailer. Ya se prepara la sexta entrega y la segunda de Jack Reacher, Troncus sigue al pie del cañón. Un 6.

1 comentario:

  1. Yo de mayor, cuando sea rico, voy a hacer hasta Crossroads 15: Britney Geriátrica.

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