Hoy he visto
George Harrison: Living in the Material World, una de música, cine, humor y meditación.
 |
Meditando en el agua |
Martin Scorsese no para quieto. Prácticamente estrena un largo de ficción, un corto y un documental cada dos años. Por si fuera poco, el año pasado decidió probar en la tele y estrenó la magnifica
Boardwalk Empire. Por eso no es de extrañar que a un mes escaso para que vea la luz su nueva película,
La Invención de Hugo, estrene este documental que le ha llevado unos cinco años de recopilación de documentos, fotos y entrevistas.
 |
Beatle primerizo |
Scorsese rueda documentales puros, sin adornos. Las tres horas y media de esta película son una sucesión de fotos, imágenes de archivo y entrevistas fruto de un trabajo duro y meticuloso. No hay recreaciones con actores, no hay gráficas, animaciones o intervenciones del director para explicar hacia donde conduce el documental. Son 208 minutos de información y buena música que harán las delicias de los más mitómanos pero aplastará a los que solo pasaban por ahí a ver que ponían. No es la primera vez. En
No Direction Home: Bob Dylan,
Scorsese ya se extendía durante horas explicando todo lo que él pensaba que se debía saber sobre el chico de la armónica.
 |
Con su colega dándole al sitar |
Cuando se cumplen diez años de su muerte, esta búsqueda de material inédito nos descubre un
George Harrison absolutamente espiritual y centrado en la meditación. Gracias a la batería de imágenes y documentos, vemos como un jovencísimo
Paul presenta a
George y a
John en un autobús y comienza la leyenda. Con la incorporación de
Ringo se forja el cuarteto y
George empieza a disfrutar. Y así fue hasta su muerte. Su obsesión con la cultura asiática le llevó primero al
sitar y luego a la meditación como forma natural de llegar al lugar donde el
LSD le había llevado años atrás. La tensión con sus amigos le obliga a dejar el grupo que siempre echaría de menos pero, al hacerlo, puede completarse componiendo y tocando lo que siempre había sentido. Una vida apacible, sin estruendo mediático pero con algún contratiempo con forma de esquizofrénico con cuchillo.
 |
El tio melenas |
Con el paso del tiempo todo se suaviza y lo que antaño serían trapos sucios se transforman en revelaciones curiosas y anécdotas de coleccionistas. Los líos de faldas con
Eric Clapton, las declaraciones de su segunda mujer sobre su fidelidad, el incidente del ataque en su casa y otras muchas historias en boca de sus protagonistas forman una ingente cantidad de exclusivas y declaraciones que
Scorsese regala a los mitómanos. Para redondear la veracidad de los documentos, se incluyen grabaciones caseras del propio
Harrison donde podemos ver imágenes del día de reunión y creación del supergrupo
Traveling Wilburys. Por supuesto ninguna declaración de
Dylan al respecto...
 |
¡Harrison en La Vida de Brian! |
Gran parte del documental está narrado por
Dhani Harrison, hijo del prota, e incluye entrevistas a
Paul McCartney,
Ringo Starr,
Yoko Ono,
Phil Spector,
Eric Clapton,
Tom Petty,
Olivia Harrison y muchos otros colegas que pasaron por la vida del guitarrista. Me gustaría destacar las entrevistas a
Terry Gilliam y
Eric Idle ya que, como fan incondicional de los
Monty Python, estoy eternamente agradecido a
Harrison por producir
La Vida de Brian.
 |
Meditando con la guitarra |
Por supuesto, el director de
Uno de los Nuestros no oculta su amor incondicional por el personaje y pasa de puntillas por todo aquello que puede sembrar polémica. Durante más de tres horas vemos por qué la meditación es un método ideal para encontrarse a sí mismo pero, solo durante unos segundos, oímos a su mujer decir que el único secreto para tener un matrimonio feliz es no divorciarse. No pasa nada
Martin, si tú te has currado esto, hazlo como a ti te de la gana, claro que si.
En conclusión, un documental que reafirmará a los fans de
Harrison como seguidores del mejor
Beatle. A los que prefieren a
Lennon o
McCartney también se lo recomiendo, puede que cambien de rumbo. Aun así yo seré fiel a
Ringo que es el más cachondo y el único que sigue vivo,
ya sabéis.
 |
Bien chulo que era |
No hay comentarios:
Publicar un comentario