El Gato Desaparece

Hoy he visto El Gato Desaparece, unas de locos, miedos y gatos que no están por ninguna parte.

Simple, puede que demasiado

Carlos Sorín se pasa al cine de miedo e intriga. Lo hace con una película que funcionaría mucho mejor como cortometraje ya que su argumento no deja de ser una anécdota estirada con relleno insustancial.

La trama cuenta como una mujer recoge a su marido del centro psiquiátrico donde ha pasado los últimos meses debido a un repentino brote psicótico. El hombre parece estar calmado pero ella sigue teniendo miedo a una posible recaída. A todo esto, su gato ha desaparecido.

Beatriz Spelzini y Luis Luque son los protagonistas y ambos realizan un buen trabajo. Luque está especialmente interesante en esa mezcla entre asustado y perdido que mantiene en gran parte de la película.

Luque y Spelzini

El Gato Desaparece tiene muchas cosas buenas. La intriga de lo cotidiano y lo oscuro del propio hogar es un enfoque perfecto para una historia de terror minimalista como esta. Lo malo es que no llega a explotar todos esos recursos satisfactoriamente. La película necesita otras vías para ampliar la pequeña anécdota en la que se basa y, las ramificaciones que propone, no convencen. Una historia de una hija con un músico, otro hijo de viaje y visitas de diferentes conocidos y familiares, parecen alejarnos de la trama en vez de enriquecerla.

En conclusión, creo que es un buen corto mal alargado. Esto se nota sobre todo en el final, perfecto para una obra corta pero ineficaz en una película de 90 minutos. El título con el gato como gancho me gusta pero mira que hacerlo coincidir el mismo fin de semana que El Gato con Botas…

Pasándolo de miedo

Aquí el tráiler. Si quieres ir al cine a pasar miedo me parece obligado recordar que sigue en cartel la genial Mientras Duermes. Un 6.