Hoy he visto
Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio (The Adventures of Tintin), una de aventuras digitales con aroma retro.
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Tintín a tope |
Desde que tengo uso de razón cinematográfico,
Steven Spielberg ha sido uno de mis directores favoritos. Si me sobrepaso en elogios o soy demasiado agrio en cuanto a posibles decepciones, ruego vuestro perdón. Todo se debe a la devoción ciega que siento por el director que inventó las pelis de colegas exploradores, redefinió el género de aventuras, mejoró el bélico, adiestró a los marcianos, puso de moda los dinosaurios, hizo de las playas lugares inquietantes y realizó la mejor película sobre el holocausto de la historia.
No quiero empezar desde el principio de los tiempos, el que no conozca la obra de
Hergé que busque
Tintín en Wikipedia y luego se lea los cómics, pero sí quiero contar una par de anécdotas que hicieron posible que esta película exista. En 1981
Spielberg estrenó
En Busca del Arca Perdida. Un crítico norteamericano dijo ver reminiscencias de Tintín en las aventuras del arqueólogo del látigo.
Spielberg leyó la crítica y como desconocía el cómic del que hablaba (Tintín nunca fue excesivamente conocido en los USA) se hizo con la colección completa. Al estar en francés no entendió nada hasta un par de años después cuando consiguió una edición en inglés y quedó tan cautivado por las peripecias del periodista belga que posee los derechos de adaptación de la obra desde el 83. Por otro lado,
Hergé vio
En Busca del Arca Perdida y en una entrevista comentó que había un joven director norteamericano que le parecía capacitado para adaptar con acierto sus cómics,
Spielberg claro.
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Spielberg, Jackson y Billy Elliot |
Más de dos décadas después, el gran proyecto empezaba a gestarse. El rey midas de Hollywood encendía la maquinaria para crear una película de aventuras de acción real a la antigua usanza. El problema era Milú, el perro coprotagonista. A
Spielberg se le ocurrió reunirse con
Peter Jackson para preguntarle si
Weta, responsable de los efectos digitales de
El Señor de los Anillos, sería capaz de realizar una versión decente en
CGI del perrito en cuestión. Lo que sucedió en esa comida de trabajo lo dejo a vuestra imaginación, el caso es que cuando salieron del restaurante habían firmado un pacto de colegas en el que decidieron que:
- Los dós elegirían por consenso un director amiguete para la tercera
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Náufragos |
Por lo tanto lo que vemos ahora en cines es la primera parte de un proyecto de dos amigos que pretenden pasárselo muy bien durante unos cuantos años y, de paso, ganar una pasta. El cine también es esto.
El tema de la captura de movimiento hace que los actores tengan que interpretar la película pese a ser irreconocibles tras pasar por la digitalización.
Jamie Bell es Tintín,
Daniel Craig es el malo y el indispensable
Andy Serkis es Haddock. Los más freaks estamos muy contentos porque sabemos que detrás de Hernández y Fernández están
Simon Pegg y
Nick Frost.
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Las notas secretas |
La calidad técnica del
motion capture es innegable. Se ha perdido la rigidez que demostró
Zemeckis en
Polar Express y la necesidad de similitud con los actores de
Beowulf. El aspecto comiquero es muy acertado y el detalle gráfico simplemente asusta. Aun así, tiene sus desventajas. Voy a intentar resumir en dos párrafos lo bueno y lo malo.
Por qué usar motion capture: La imaginación de
Spielberg y
Jackson es prodigiosa y con este sistema no tiene límites. Se puede hacer literalmente lo que se quiera sin pensar en infraestructuras, presupuestos, extras, dobles de acción y seguros de rodaje. El plano de la batalla naval supera a tres de las cuatro aventuras del capitán
Sparrow en solo cinco minutos de abordaje. Además, hacer que tus personajes sean igual que los del comic al que quieres rendir homenaje es un gustazo para sus incondicionales.
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Haddock se pone burro |
Por qué no usar motion capture: Tanta imaginación puede colapsar la mente de los mortales. El plano secuencia de cinco minutos de persecución trepidante por las calles de una inexistente ciudad arabesca, es tan abrumador que no llega a sorprender. El espectador medio se imaginará en un simulador de un parque temático y olvidará que está viendo una peli de aventuras con personajes carismáticos e interesantes. La escena en cuestión comienza con una moto con sidecar, pues bien, la de
Indiana Jones y la Última Cruzada es muchísimo más simple y bastante más interesante. Además ¿no apetecía más una buena peli de imagen real?
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La extraña pareja |
Sistemas de rodaje aparte, la historia es una gozada. La aventura sigue viva y tiene espíritu ochentero. El guión firmado por
Steven Moffat y revisado por
Joe Cornish y
Edgar Wright, representa tanto el espíritu de los comics como la vuelta al pasado que buscaba
Spielberg. También es verdad que, como en la obra de
Hergé, hasta que no aparece Haddock no se pone la cosa interesante. La relación entre el alcohólico capitán y el repelente sabiondo es tan extraña como en el tebeo. Si acaso la personalidad compleja y borracha de Haddock está algo exagerada en algunos momentos.
La música de
John Williams es perfecta como siempre pero, una vez más, recuerda demasiado a anteriores trabajos. Lo que pasa es que los auto plagios son de obras pasadas geniales así que no molesta.
Creo que gustará tanto a los fans como a los neófitos en busca de aventuras. Yo personalmente no soy un gran seguidor del periodista adolescente y sabiondo que nunca escribe artículos, pero la peli es una gozada desde los geniales títulos iniciales hasta la invitación final a esperar con ansia el siguiente capítulo de una prometedora saga.
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El autentico héroe |
Aquí el
tráiler. Recomendada a todos los que tengan sangre en las venas y quieran pasar un buen rato. Un 8’5.
P.D.: Vi la peli en 2D, sigo con mi cruzada en contra de los tres euros de impuesto revolucionario.
Sabía que subirías la nota..! jajaja
ResponderEliminarla he bajado, tenía un 8'75 cuando salí del cine...
ResponderEliminarEl periodista adolescente y sabiondo que nunca escribe artículos xDDD De hecho al principio todavía viajaba con la excusa del periódico, pero en los últimos es un intrépido nini inquietantemente solitario y autosuficiente.
ResponderEliminarME ENCANTÓ!
ResponderEliminarLo único malo de verla en inglés (y este es el primer con que encuentro en una peli en VO ever) es que Milú, agárrate, se llama Snowy... How gay can you be...?
I x