15/1/12

No Tengas Miedo a la Oscuridad (Don’t Be Afraid of the Dark)

Hoy he visto No Tengas Miedo a la Oscuridad (Don’t Be Afraid of the Dark), una de padres despreocupados, niñas cotillas y hadas de los dientes.

El cartel español es el más soso
Dirige el novato Troy Nixey pero el nombre que veréis en grande es el de Guillermo del Toro ya que es productor y coguionista. La historia está basada en una historia de Nigel McKeand sobre la que del Toro y Matthew Robbins han hecho su propia versión.

La trama nos cuenta como una niña llamada Sally va a vivir con su padre y la novia de este a una vieja mansión. Una noche descubre que en las paredes se oyen voces que parecen pertenecer a unas extrañas criaturas. Al principio parecen amistosas pero claro, luego quieren comerse sus dientes.

La protagonista es Bailee Madison y es lo mejor de la película. A sus once años realiza una interpretación absolutamente madura y bastante más centrada en la trama que Katie Holmes y Guy Pearce, algo descolocados y confusos en todo momento.

La niña amiga de los monstruos
El caso es que la película empieza muy bien. Nos introduce en la historia de la turbulenta relación de la niña con sus padres y su madrastra que, si bien no interesa en absoluto, es inevitable y hasta necesaria. Vemos desde el principio que Nixey sabe que está dirigiendo terror y se permite las licencias que el género lleva consigo. El problema es que parece que solo conoce los atajos argumentales y olvida las obligaciones. Por eso la película termina siendo una sucesión de personajes lentos que parecen no enterarse de nada de lo que ocurre a su alrededor. Cuando todo está claro, el guión obliga a los protagonistas a pasar una y otra vez por ese error tan común en las historias de terror que es el “está bien, una noche más y nos vamos”. Para explicar el momento más ridículo de la peli debo contar parte del argumento-

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Los dos pánfilos
La niña está encerrada en una biblioteca con decenas de bichejos. Cámara en mano, hace unas veinte fotos (pese a tener solo diez flashes) con el correspondiente grito de las criaturas, es decir, en todas salen los malos. Por si esto fuese poco, aplasta a uno con un armario y hasta le corta un brazo. Creo que son pruebas suficientes para cualquier mortal. Pues bien, su padres, la madrastra y un montón de invitados abren las puertas y parece que nadie repara en las fotos ni en el cadáver sanguinolento del monstruito gris. La niña no debe de decirles nada porque en la siguiente escena está siendo acostada (¿otra vez?) y poco después vuelven a apagar la luz. El padre, ya es esa escena, está mirando el mural de Blackwood y entonces dice “vale, nos piramos”. La otra parda le da un beso y avisa de que va a recoger la ropa. Es decir, si no le da permiso se quedarían ahí un mes aunque satán se les apareciese en la mesita de noche.
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No seas cotilla niña
Una pena que los océanos argumentales no dejen ver el fondo. La interpretación de la niña es genial y la historia de las criaturas tiene su aquél. El diseño en sí de los monstruitos también me gusta siendo una mezcla entre ratas, gremlins malos, monos calvos y Gollum.

Aun así creo que pone demasiado nervioso lo tontos que parecen los humanos en esta peli como para que alguien se meta en el argumento. Distrae más la poca verosimilitud de sus actos que la fantasía de la historia de maléficos comedores de dientes de niños.
Dame tus dientes morena
Aquí el tráiler. Un poco de La Guarida por aquí, otro de El Laberinto del Fauno por allí y unas gotas de tontería americana insulsa. Un 6.

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