19/10/13

Caníbal

Hoy he visto Caníbal, una de fachadas, trajes a medida y filetes humanos.

Todo muy artístico
Nueva película de Manuel Martín Cuenca y posible candidata a hacerse con múltiples candidaturas y premios en los próximos Goya. Retrato minimalista y con estilo que convence a ratos y se apoya sin rubor en su fotografía para aparentar más de lo que consigue.

La trama nos presenta a Carlos, un solitario sastre que vive en frente de su trabajo y lleva una rutinaria y tranquila vida. Si no fuese porque de vez en cuando va a matar a mujeres para comérselas sería de lo más aburrido.

Antonio de la Torre realiza una aproximación acertada al típico malvado protagonista que desde la simpleza pretende comernos el corazón. El problema es que cuando habla no cautiva del todo y vuelven esas frases que, por forzadas, sacan de la historia. Olimpia Melinte hace de dos hermanas en una decisión de reparto sin mucho sentido, supongo que así se ahorran un sueldo. El caso es que cumple en sus dos papeles.

Lo mejor de la película, a parte de ese inicio a lo Death Proof, es la absorbente fotografía de Pau Esteve Birba. Limpia, fría y con encuadres magníficos que aportan el escenario idóneo para que el guión tenga que esforzarse poco para resultar agradable.

Hablando con la comida
El problema es la temida sensación de corto alargado. La historia sería perfecta para un producto de unos cincuenta minutos, ese montaje antes conocido como mediometraje y que ya ni existe ni tiene cabida en ninguna sala. Entiendo que se alargase hasta la hora y media para su distribución pero no esos 116 minutos que se consiguen gracias a dejar que los protagonistas se tomen su tiempo para salir de plano, terminarse la comida o rematar lo que sea que estén haciendo. Por muy buena que sea la fotografía, que lo es, a veces no es suficiente.

Estos huecos se rellenan además con sonido directo a un volumen desmesurado que tampoco termina de envolver y enredar al espectador como supongo que era su finalidad.

En conclusión, una buena idea demasiado alargada que termina quedándose corta. Buenos elementos por separado que no consiguen el conjunto que al que aspiran.

Parranda total
Aquí el tráiler. Aun con todo, vuelve a ser un placer encontrar con un producto nacional que mime elementos que por regla general son olvidados. Un 6’25.

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