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| To la peñita |
La trama nos presenta a Bills, dios de la destrucción
que despierta y decide ir a buscar al llamado Dios Super Saiyan, alguien capaz
de enfrentarse a él. Llega a la tierra para preguntar a los Saiyan que allí
viven si saben algo pero termina muy enfadado porque Boo se come su pudin. Goku
y el resto tendrán que ingeniárselas para frenar a esta deidad dispuesta a la
destrucción definitiva del planeta. También hay una subtrama horrible con Pilaf
que he preferido olvidar.
Si lo que os he contado del pudin os ha parecido ridículo,
esperaos a ver a Piccolo jugando al bingo, Vegeta cantando y bailando y Gohan borracho haciendo el canelo. Nos lo han vendido como el regreso a los orígenes de la serie y sí, tiene mucho de eso, pero de los rellenos que
lastraban los capítulos con chorradas como pianos.
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| Goku recibiendo |
Los que fuimos unos enamorados de Bola de Dragón, Bola de Dragón Z y, en menor medida, Dragon Ball GT, sabemos que las OVA nunca han sido
precisamente un acierto y no, aun estrenando esta en salas, no es una excepción.
Cosechando un gran éxito en Japón, llegó a Cataluña en fase
de prueba. La cosa salió bien y ahora llega a más cines por el resto del España.
Es un placer ver a Goku en pantalla grande pero si la peli es truñera, habrá
que decirlo.
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