27/10/12

Lo Imposible

Hoy he visto Lo Imposible, una sobre la esperanza, la generosidad y la fuerza.

La cartelería onírica/sucia es impecable
Tras el éxito de El Orfanato, estaba claro que la siguiente película de Juan Antonio Bayona iba a ser grande. Y la verdad es que Lo Imposible es inmensa, de hecho, descomunal. Los records de taquilla, en los que insisten las cadenas que han puesto la pasta, abalan el impacto de la obra mientras que sus veinte minutos de oleaje demuestran la capacidad técnica de todos los implicados. ¿la trama en sí? Bueno, eso es otra historia.

Lo imposible nos cuenta el caso real, algo en lo que insisten constantemente, de una familia que se encontraba en Indonesia durante el implacable tsunami que asoló sus costas en 2004. La ola divide a padres e hijos y todos se buscan desesperadamente mientras intentan no morir por las heridas infectadas.

Antes de la ola
Ewan McGregor y Naomi Watts demuestran una vez más por qué no paran de tener trabajo. Se creen sus personajes, dan bien en pantalla y son simpáticos en las ruedas de prensa, un gustazo. El reparto de los niños también es un acierto ya que tanto los dos pequeños, Oaklee Pendergast y Samuel Joslin, como el mayor, Tom Holland, hacen un trabajo estupendo.

Técnicamente la película es apabullante. Rodada en gran parte en la polémica y me temo que ya clausurada Ciudad de la Luz, Lo Imposible presenta los que hasta ahora pueden ser los efectos y decorados más costosos e impresionantes del cine español. El ya conocido como “momento ola” es absolutamente increíble. Las escenas gore, tan gráficas que más de uno crucificaría a Mel Gibson si fuese el responsable, contrastan totalmente con el drama pastelero que veremos a continuación. Los escenarios plasmados el resto de la película son impecables y la sensación de agobio, suciedad y cansancio está plasmado en cada recodo del set.

En búsqueda de parientes
El ritmo que consigue Bayona es sorprendentemente efectivo y es que, como ya he dado a entender, el mayor problema de esta película es su trama. Debido a la enorme y efectiva promoción, todos sabemos cómo terminará todo ya que conocemos a los protagonistas reales de la historia. Como cuando Danny Boyle paseaba con Aron Ralston para promocionar 127 Horas, Bayona ha trabajado con el hándicap del spoiler final a la vista. Aun así consigue entretener y mantener atento al espectador.

Aguantando el tirón
El problema es que al salir de la sala satisfecho, piensas en lo que acabas de ver y descubres que realmente, después del revolcón acuático, no pasa nada. Es una familia desesperada por encontrarse tras un desastre que, finalmente, se encuentra. Si esto no ocurriese así, se verían al cabo de una agónicas semanas en sus casas y todo hubiese terminado igual. Es más, los protagonistas se van topando con gente que lo ha perdido todo y que cuando comparten sus historias se hace imposible no pensar: ya bueno, tu tranquilo que los tienes a todos vivos.

Desechos
Esa sensación de búsqueda de algo que sabes que se conseguirá, dando vueltas y revueltas a los personajes para que lo pasen mal, se crucen sin verse, lloren, rían y sufran con una banda sonora muy emotiva, otro gran trabajo de Fernando Velázquez, hace que Lo Imposible, pese a su tamaño, termine pareciendo un historia más digna de la copia barata de contra programación de Antena3 que del super taquillón en el que se ha convertido.
Comienza el drama
Aquí el tráiler. Si os gustan las pelis de pasarlo fatal ya sea en grupo, ¡Viven!, o en solitario, Náufrago, coge unos pañuelos y compra tu entrada. Un 7’5.

1 comentario:

  1. Has sido un rácano con la nota. Por favor, no vayas por el camino de convertirte en un crítico que para hacerse el interesante se situa contra el público.

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