It Follows

It Follows, y nada más.

Todo es tan bonito

Presentada como "la película de terror que cambiará el género los próximos años", lo normal era que se la hubiese pegado al toparse con los defensores de ese milagro que es pasarlo bien pasándolo muy mal en una butaca. El hype no hizo de las suyas y a la salida de su proyección en Nocturna, la sensación de haber visto uno de esos títulos que te acompañarán siempre era unánime. Una de esas obras que reconoces importante en cuanto la ves.

Está escrita y dirigida por el ya perseguido David Robert Mitchell, autor de otro largo que nadie había visto hasta hace una semana y que ahora todos rastreamos. Su buen gusto para la escritura y realización ha permitido, junto con la sublime fotografía de Mike Gioulakis, que una cinta aparentemente sencilla esté sobrecargada de elementos a analizar, tanto en su forma como en su fondo.

La trama presenta un suceso tan aterrador como simple: algo te sigue, despacio pero imparable, hasta matarte. Viene bajo la forma de cualquiera, puede parecer un desconocido y al momento que tenga el aspecto de tu madre, pero el caso es que viene andando a por ti y sólo tú puedes verlo. Si haces el amor con alguien le pasas el marrón pero, si eso mata a su presa, irá a por la anterior y así sucesivamente. La chica protagonista se ha acostado con un chaval que, tras atarla a una silla, le ha explicado lo que ocurre y recomienda, antes de salir por patas, que se acueste con quien sea y pase la bola. Tras esto, hora y media de planos maravillosos, banda sonora ambiental y actuaciones a la altura donde el terror avanza inclemente.

Le gusta el agua un rato

Maika Monroe es la protagonista de esta historia imposible e inolvidable. Musa de modernuquis, ha trabajado con Sofia Coppola en la truñera The Bling Ring y con el amado y odiado Wingard en The Guest. Por fin encuentra un hueco para la posteridad con este personaje raro, tanto como cualquier chica de su edad que, además, pasa por una experiencia tan compleja como la expuesta. El resto de personajes funcionan a la perfección a su alrededor, ya sea ayudando a que la protagonista avance o creando su propia identidad y lugar en la historia.

La ambientación nos pierde en una época extraña, claramente atascada en los setenta pero con pequeños OOPArt como una especie de eBook con forma de concha o coches actuales diseminados entre los más antiguos. Todo lo que ayuda a descolocar a la audiencia, Mitchell lo utiliza con inteligencia y estilo. La cámara impide que nadie respire con calma, siendo el mosntruo sin serlo y permitiendo al público vivir este relato de terror puro y precioso como un sufrido personaje más. El espectador al que enamore, no podrá dejar de pensar en lo que ha ocurrido aquí en mucho tiempo. Con un poco de suerte, crea escuela y remonta el cine de género actual forzando una nueva ola de buenos títulos como aquellos que ahora andamos reformulando. Y sí, Mitchell pasa al primer puesto de mis candidatos idóneos para adaptar el imposible Black Hole.

Investigación teen

Aquí el trailer. Dicen que supondrá a esta generación lo que La noche de Halloween a la suya. Yo creo que esta no necesitará ni un remake de Rob Zombie. Un 8'5.