Hoy he visto
Jobs, una de llegar a la cima, caer, volver a
subir, caer, subir una vez más y comprar la montaña y registrar su patente.
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Cartel... |
Steve Jobs es clave para entender el final del siglo XX y el
principio del XXI. Ver esta película, no. Parte de la culpa la tienen quienes
decidieron encargar uno de los biopics más suculentos del momento a un director
primerizo,
Joshua Michael Stern, y a un guionista debutante,
Matt Whiteley.
Mal, muy mal.
La trama nos cuenta, más o menos, la etapa en la vida de
Steve Jobs desde que empezó a construir ordenadores en un garaje, con sus colegas como esclavos, hasta que se hizo
con el control de su empresa tras su injusta marcha, con sus empleados como esclavos.
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El tío chulo |
Ashton Kutcher se esfuerza en parecerse tanto a la persona
que se olvida de interpretar, si es que el pobre ha sabido alguna vez. A mi me
sigue gustando más en comedias gamberras, no consigo creerme a
Kelso por mucha barba que le pongan.
Josh Gad no se parece tanto a
Stephen Wozniak pero hace un
trabajo más acertado, al igual que el resto del reparto en el que encontramos
en pequeños papeles a
Dermot Mulroney,
Matthew Modine,
Lukas Haas o el siempre
molón
J.K. Simmons.
El tempo es demasiado acelerado en cuanto a los detalles que
pretende abordar. El guionista ha decidido meter todos los datos sueltos de la
ficha de Wikipedia de
Steve Jobs y le ha quedado un retrato absurdo salteado de
obviedades. Digamos que es mejor contar bien cómo sucedió un acontecimiento a
nombrar cinco de mala manera.
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Woz el currelas |
Aun así, para los interesados en el personaje, no deja de
ser un nuevo aporte de material sobre un tipo que, con luces que sombras, no
deja de ser materia de interés. En cuanto a lo positivo, el
maquero de pro
encontrará a su líder preocupado por el diseño y el corazón de la máquina como
nos han vendido hasta ahora. Los haters lo tendrán un poco más complicado ya
que los valores negativos se resumen en el distanciamiento momentáneo del genio
respecto a sus familiares y amigos. Su faceta empresarial y laboral sale
indemne e incluso veremos cómo
Gates roba a
Jobs pero nunca lo contrario. Casi
parece que
Apple está detrás de esta película, cosa que no ocurrió y que dada
la independencia de la marca se debía haber aprovechado para rascar un poco más.
En definitiva, una historia incompleta. Salpicada
por datos al alcance de cualquiera y sin el alma que el autentico protagonista
pretendía implantar en los ordenadores. Puede que esta cinta hubiese valido en
otra época, pero ahora, con
La Red Social aun en mente, no.
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Aquellos maravillosos 70 |
Aquí el
tráiler. Es curioso pero esta gran producción parece
un producto para televisión y
Piratas de Silicon Valley, telefilm de 1999, aborda
el mismo periodo en la vida de
Jobs de un modo mucho más interesante y digno de
salas. Un 5’5.
OJALÁ Apple estuviera detrás de la película – nos hubiera evitado los vestuarios, sets y barbar protésicas de película porno de bajo presupuesto. A mi no me disgustó, pero no me quedó claro cual era la finalidad de la película.
ResponderEliminarY el poster... no tengo palabras. Igual era en plan irónico?