11/12/14

Exodus: Dioses y reyes (Exodus: Gods and Kings)

Exodus: Dioses y reyes (Exodus: Gods and Kings), lo de Moisés y tal.

La que hay liada al fondo
No sé que se le habrá perdido a Ridley Scott en el Antiguo Testamento pero no, a mi tampoco me apetecía este relato bíblico descomunal. Hollywood está metiéndonos a capón el peplum y el género épico pese a que no creo que apetezca al personal. Yo entro y salgo de las salas con la misma apatía, pocas son las sorpresas que estos films están dando y, en este caso, ninguna. Sin riesgo, con un relato ya conocido contado a trompicones pero sin cortarse con la duración, Exodus: Dioses y reyes es, ante todo, innecesaria.

Como la trama ya os la sabéis, podemos jugar un poco. Resulta que hace muchos años, cuando en Egipto reinaba Jesús Quintana, su hijo, el calvo de Aqua, se crió junto a Batman. Cuando se hicieron mayores, el niño de papá se volvió bastante estomagante y el Caballero Oscuro salió por patas. En el exilio se casa con Jasmine y conoce a los líderes de una incipiente rebelión, Gandhi y Jesse Pinkman. Junto a ellos está Dios con la forma de Anakin Skywalker y la mala baba de un cani en un control de alcoholemia. Tras castigar muy fuerte a Egipto y liberar a los judíos para que se líe parda en Canaán durante siglos, Anakin obliga a Batman a tallar unas piedras en un epílogo apresurado que no hacía falta.

Buscando la mansión Wayne
Christian Bale ha venido aquí a llevárselo puesto. De tranquis, sin tener que adelgazar ni ciclarse en exceso, no creo que le haya dedicado mucho más trabajo a esto que el que invirtió en su día Charlton Heston. Joel Edgerton parece tomárselo más en serio pero cuando comparte plano con Bale tiende a desaparecer.

La novieta es María Valverde, que parece que fue una recomendación de Penélope Cruz, así da gusto tener colegas. Ben Kingsley haciendo lo de siempre, Aaron Paul demostrando que el talento era de la serie y no suyo y no me voy a extender más por aquí.

Jasmine pasando de ratas callejeras
La banda sonora de Alberto Iglesias cumple sin más, acompañando a una fotografía que pese a ser eficiente, molesta en ciertos cambios de tonalidades, como esos saltos de naranja intenso a azul frío que parecen forzar una noche americana regulera en 2014. Efectos especiales correctos y algunas secuencias entretenidas, especialmente las de las plagas y los carros jugándosela en el desfiladero.

El problema de todo esto es que, de verdad, no hacía falta. Si además utilizas un guión escrito por cuatro plumas diferentes que no consiguen ninguna fuerza, no presentan nada nuevo o llamativo y algunas escenas están directamente mal resueltas, como la del Mar Rojo, apaga y vámonos. Al menos en Noé teníamos a los gigantes molones, en esta no sé qué recordaré en unos meses.

Batman y el calvo de Aqua con sus padres, Ripley y Jesús Quintana
Aquí en trailer. Lo bueno es que podrán intercalar esta en Semana Santa con Los diez mandamientos. Aunque para mi la buena sigue siendo El príncipe de Egipto. Un 6'5.

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