21/10/16

Sitges 2016, día 7

Séptimo día, la semanada. Las cosas aquí ya se ven de otro modo, la batalla contra el sueño se perdió jornadas atrás pero esta es la primera en la que todos nos quitamos la careta. Cinéfilos agolpados en filas traseras esperan impacientes a que se apaguen las luces para rugir, como si una hilera de subwoofers unipersonales rematasen la experiencia sonora. Esto es un festival, y no vamos a rendirnos.
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'Swiss Army Man' era una de los títulos imprescindibles de la edición, y es que la gran noticia de una de las primeras jornadas de la pasada edición de Sundance se escribió sola: "La mitad de los asistentes a una proyección abandonan la sala porque no soportan lo que están viendo". El primer largometraje de los expertos en cortos y videoclips Dan Kwan y Daniel Scheinert, ya tenía al público ganado al molestar a los pielesfinas de tan lustroso festival.

Con Daniel Radcliffe y Paul Dano de protagonistas, la trama presenta a un náufrago suicida que se hace amigo de un cadáver con problemas de gases y trucos sorpresa. Hasta ahí puedo leer.

Desde su inicio, la película se demuestra fotográficamente impecable, imaginativamente envidiable y con un sentido del ridículo absolutamente inexistente. Tras veinte minutos de chistes de pedos e invenciones imposibles, empiezas a descubrir que estás antes una de las película más bonitas de la semana.

'Swiss Army Man' es, además de la locura que prometía, un precioso drama sobre la soledad, el hermetismo social, los problemas para vivir en comunidad y las ventajas de salir del cascarón. Recibió la que hasta ahora ha sido la mayor ovación de Auditori, y no es para menos.

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'Terra Formars' era el título del año de Takashi Miike y, teniendo en cuenta que ha rebajado su media a solo un estreno, llegué a pensar que tocaba gloria. En cuanto empezó la fiesta, recordé que la calidad y la cantidad de películas anuales no son variables que interfieran entre sí.

Live action de un manga, Miike se limita a adaptar página a página lo relatado en el cómic, supongo. Y digo supongo porque no lo he leído, pero como esto encima sea una versión que diste del original, es como para descansar del nipón un año (aunque eso no va a ser así y lo sabemos).

Con algo de 'Starship Troopers' por aquí y un poco de 'Power Rangers' por allá, lo que de verdad termina pareciendo es un larguísimo anuncio de Actimel.


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Pero este día no fue todo butaca y café, también hubo momentos de gloria pura. Tuve el placer de entrevistar a Christopher Walken, que visitó el festival para recoger su Gran Premio Honorífico. Aunque la tenéis publicada en Fotogramas, aquí os la dejo junto con una foto del momento exacto en el que le pregunté si era cierto el rumor de que sonaba como sustituto de Herminia en la nueva temporada de 'Cuéntame cómo pasó'.


Este tipo de premios honoríficos se suelen entregar a estrellas del cine que, o bien están retiradas, o sus apariciones ya no son tan frecuentes. Usted sigue estando en el cartel de cuatro títulos al año, espero que esto no le haga recapacitar y decida bajar el ritmo.

Los premios son para actores viejos. Es cierto que solía salir en cinco o seis producciones anualmente, pero ahora ya no tanto. Cuando te haces viejo ya no te quieren, pero es lo que hay.

Desafortunadamente, hace unos meses falleció Michael Cimino, con quien trabajó en ‘El cazador’ y ‘La puerta del cielo’. ¿Se echan de menos directores tan especiales y arriesgados como él en el cine actual?

Sí, y especialmente a él. Era un hombre muy interesante, muy callado. Más que director era escritor, que es como empezó y a lo que siempre se dedicó, incluso cuando dirigía. Escribió guiones para otros y trabajó como script doctor durante años, por lo que se puede decir que nunca dejó la industria, pero sí el oficio de director y es una pena.

Ahora que han pasado casi cuatro décadas, y que la reedición doméstica ha sido un éxito de ventas, ¿estamos empezando a apreciar todo lo bueno de ‘La puerta del cielo’?

Desde luego. Necesitamos tiempo para apreciar algo, pasa continuamente con pintores y músicos. Cuando se estrenó a la gente no le gustó, pero el tiempo pasa. Hace un año se volvió a estrenar en América y a los críticos les encantó, cosa que no ocurrió hace cuarenta años. Quién sabe cómo funciona esto. Yo creo que es una película maravillosa, interesante, un western muy distinto a los demás. Terminará siendo una película que la gente recordará mucho tiempo.

Ha trabajado con Spielberg, Tarantino, Allen, Eastwood, Burton… ¿Se ha quedado con ganas de colaborar con algún director?

El problema es que algunos ya han muerto. Me hubiese encantado trabajar con Bertolucci o Sydney Pollack. Tampoco he trabajado con Martin Scorsese y me encantaría, puede que ocurra algún día.

Su carrera está llena de momento memorables, monólogos como el de ‘Pulp Fiction’ son recordados por todos y ya forman parte de la cultura popular. ¿Se da cuenta durante el rodaje de que está haciendo una escena que formará parte de la historia del cine?

No sé cuándo una escena será especialmente recordada, pero siempre sé si será buena. Todo actor te podrá contar que, al meterse en el coche para volver al hotel tras un día de rodaje, sabe si el trabajo del día ha sido bueno o no. Al menos yo siempre lo sé. ¿Si será un éxito? Eso ya es otra historia.

Aprovechando el contexto del festival, ¿le gusta el cine de terror? ¿Tiene algún título favorito?

Me encanta el cine de lobos. Me gusta la fantasía, pero especialmente las películas de lobos.

Una vez terminada la entrevista, una pegadiza melodía empezó a sonar en el hilo musical del hotel. La gente desapareció por arte de magia, que para eso estamos en un festival de fantástico, y al bueno de Walken le dio por echarse un baile.


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