13/1/13

La Noche más Oscura (Zero Dark Thirty)

Hoy he visto La Noche más Oscura (Zero Dark Thirty), una historia de sobre una búsqueda desesperada.

Genial cartel, triste traducción del título
Kathryn Bigelow y Mark Boal vuelven a unir sus fuerzas. Hace tres años En Tierra Hostil les valió seis estatuillas, mejor película, dirección y guión original incluidas. Puede que no fuese lo mejor del año, aunque por ser el correctivo de Avatar mereció la pena, pero el caso es que le dio el empujón necesario a sus responsables para embarcarse en una de las historias actuales que más interesaba a los americanos, la búsqueda, infructuosa cuando comenzó la preproducción, de Osama bin Laden.

La trama abarca desde los comienzos de la investigación a finales de 2001 hasta mayo de 2011 cuando los Navy S.E.A.L. finiquitaron la operación. Maya es una joven agente de la CIA que se topará con durísimos interrogatorios que terminará asumiendo como necesarios para sacar información a los presos más testarudos. Las torturas terminan dando sus frutos pero también harán mella en unos agentes que, por muy salvajes que sean, terminan necesitando un trabajo de oficina para borrar de su memoria las acciones que han llevado a cabo.

La Chastain manda
La primera hora de película se centra en estas violentas visitas a los reos mientras la CIA no consigue prever los atentados que siguen ocurriendo. La protagonista se centra en un tipo al que nadie parece tener acceso y que se descubre como correo de bin Laden. A lo largo de la siguiente hora veremos cómo la intensidad de las torturas disminuye debido al cambio de gobierno y la obsesión que durante años mantiene la protagonista con su misión. Cuando consigue dar con su presa, todo indica que ha encontrado la casa donde se refugia el jefe de Al Qaeda y la operación, los últimos veinte minutos de la película, se pone en marcha.

¡Al ataqueer!
Si hago este resumen es para aclarar a los que quieran ver una trepidante película de acción donde acribillen a talibanes y se enfrenten con un fiero Osama con cuernos, esta no es. Aquí vemos a la CIA haciendo su trabajo sucio, a los responsables preocupándose de no cagarla tras ciertos errores del pasado y el consabido politiqueo de todos estos asuntos.

Jessica Chastain es la protagonista y no me extenderé para no repetirme ya que coincido con la opinión de los expertos y de los colegas bloggers, está impresionante. No da un paso en falso en toda la película y su sensibilidad aumenta minuto a minuto hasta ese magnifico plano final del que hablaré más adelante. Su calidad interpretativa parece compararse con su gusto para elegir proyectos. Con La Deuda, Take Shelter, El Árbol de la Vida y Criadas y Señoras en su currículum ya podría pasarle a Nicolas Cage el nombre de su agente.

Cigarrete tras una sesión de duro trabajo
El resto del reparto es una larga lista de actores más o menos conocidos donde destacan Jason Clarke, Kyle Chandler, Reda Kateb, Jennifer Ehle, Mark Strong y el siempre interesante James Gandolfini. Todos están más que correctos y la variedad de personajes hace que la puesta en escena de una operación como esta resulte más verosímil.

La banda sonora de Alexandre Desplat pasa muy desapercibida pero creo que es mejor así. Sin presumir de documental, está claro que la intención de Kathryn Bigelow y Mark Boal es vender este producto como la versión que más se aproxima a la verdad del pasaje histórico que nos cuentan. Siendo así, la música haría todo más artificioso y se alejaría de lo que ellos mismos pretendían por lo que, contextualizándolo, el trabajo de Desplat debe ser bueno.

Preso tratado regular
Sobre la veracidad de lo que se cuenta yo, por supuesto, no tengo ni idea. Lo que sí puedo señalar es lo molestos que parecen estar en casi todos los estamentos oficiales americanos. Los republicanos dicen que Obama filtró documentos secretos al guionista porque todo parece cierto, la CIA que ellos no torturan y los europeos más demócratas que toda la operación fue un asesinato a sangre fría y que esta película es una patraña. Para estos últimos que siguen tachando La Noche más Oscura de belicista y americana, que paguen su entrada, que está muy feo criticar por criticar. Lo digo porque ese asesinato sin posibilidad de rendición sale claramente retratado. Como la inutilidad de los Navy S.E.A.L., el cuerpo más tecnológico del mundo pero que sufre de la misma inexperiencia que el resto del ejército americano. Mira que darles dos helicópteros futuristas casi inexistentes y estrellar uno sin ningún tipo de fuerza atacante. Los nervios por pillar a Geronimo supongo.

Disputas políticas
Pero discutir todo esto es absurdo e inútil. Los que vean la televisión seguirán llamando conspiranoicos a todo el que quiera aportar otra versión mientras que el que ha leído tres blogs en internet se creerá el adalid de la verdad e insultará a los adoradores de los mass media. Yo, desde esta atalaya mediática, recomiendo informarse lo más posible y no terminar de creerse nada. Así no sé si conseguiremos encontrar la verdad pero lo pasaremos bien por el camino y aprenderemos un montón.

En cuanto al problema ético que plantea la película, torturas para evitar atentados si o no, también hay quien ha entendido de todo. Personalmente creo que la respuesta está en el plano final, la cara de Jessica Chastain durante unos segundos tras terminar el trabajo que le había supuesto sus últimos diez años de vida. Para explicarlo, voy a compararlo con el final de Kill Bill. La intención de Tarantino en su epopeya vengativa era darle a su heroína la recompensa y el final feliz que buscaba pero sin edulcorar el tema principal de la película. La Novia consigue sus objetivos, completa su lista, mata a Bill y, como regalo, consigue a su hija. La emoción por lo logrado es total y la película termina con la protagonista llorando por haber finalizado su carrera. Tras el llanto, justo antes de terminar, Beatrix sonríe satisfecha.

La guarida
Lo que presenta Bigelow era más complicado ya que no se trata de una historia de ficción. Por eso, en ese último plano la directora se moja y no deja que su protagonista sonría. Esa expresión de angustia aparece cuando se da cuenta de que ha llegado a la meta y no sabe a dónde ir ni cómo continuar con todo lo que tiene en su conciencia. En ese momento se da cuenta de lo que pesan las acciones justificadas cuando se resuelve la justificación. Ese último plano resume la intención de toda la película y, de paso, supone la guinda del pastel para el trabajo de una Jessica Chastain estado de gracia. Por fin hemos visto la cara que pondría el coyote si pillase al correcaminos.

Para terminar aclarar que la película no es perfecta. Tenía muchos temas de los que hablar y la crítica en este punto es demasiado benévola pero también muy larga, así que resumiré los palos diciendo que el ritmo se resiente en algún momento de la película, la diversidad de personajes que intervienen en diferentes momentos hace imposible conocer realmente a ninguno y la única concesión al dramatismo y patriotismo claro, el inicio con audios reales del 11-S, parece parte de una producción con una finalidad muy diferente.
Remordimientos
Aquí el tráiler. No llega al nivel de crítica sin tapujos de Redacted pero desde luego no creo que sea una película belicista. De hecho, tampoco es bélica, es mucho más política que En Tierra Hostil. Una buena muestra de cine polémico disimulado. Concluyo recomendando el que de momento me sigue pareciendo el producto más completo sobre la guerra de Irak, tanto por lo realista de su planteamiento como por la acción que presenta y la inteligencia de sus problemas morales, la miniserie Generation Kill. Un 8’25.

No hay comentarios:

Publicar un comentario