Hoy he visto
La Noche más Oscura (Zero Dark Thirty), una
historia de sobre una búsqueda desesperada.
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Genial cartel, triste traducción del título |
Kathryn Bigelow y
Mark Boal vuelven a unir sus fuerzas. Hace
tres años
En Tierra Hostil les valió seis estatuillas, mejor película, dirección y guión original incluidas. Puede que no
fuese lo mejor del año, aunque por ser el correctivo de Avatar mereció la pena, pero
el caso es que le dio el empujón necesario a sus responsables para embarcarse
en una de las historias actuales que más interesaba a los americanos, la búsqueda, infructuosa cuando comenzó la preproducción, de
Osama bin Laden.
La trama abarca desde los comienzos de la investigación a
finales de 2001 hasta mayo de 2011 cuando los
Navy S.E.A.L. finiquitaron la
operación. Maya es una joven agente de la
CIA que se topará con durísimos
interrogatorios que terminará asumiendo como necesarios para sacar información
a los presos más testarudos. Las torturas terminan dando sus frutos pero
también harán mella en unos agentes que, por muy salvajes que sean, terminan
necesitando un trabajo de oficina para borrar de su memoria las acciones que
han llevado a cabo.
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La Chastain manda |
La primera hora de película se centra en estas violentas
visitas a los reos mientras la
CIA no consigue prever los atentados que siguen
ocurriendo. La protagonista se centra en un tipo al que nadie parece tener
acceso y que se descubre como correo de
bin Laden. A lo largo de la siguiente
hora veremos cómo la intensidad de las torturas disminuye debido al cambio de
gobierno y la obsesión que durante años mantiene la protagonista con su misión.
Cuando consigue dar con su presa, todo indica que ha encontrado la casa donde
se refugia el jefe de
Al Qaeda y la operación, los últimos veinte minutos de la
película, se pone en marcha.
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¡Al ataqueer! |
Si hago este resumen es para aclarar a los que quieran ver
una trepidante película de acción donde acribillen a talibanes y se enfrenten
con un fiero Osama con cuernos, esta no es. Aquí vemos a la
CIA haciendo su
trabajo sucio, a los responsables preocupándose de no cagarla tras ciertos
errores del pasado y el consabido politiqueo de todos estos asuntos.
Jessica Chastain es la protagonista y no me extenderé para
no repetirme ya que coincido con la opinión de los expertos y de los colegas
bloggers, está impresionante. No da un paso en falso en toda la película y su
sensibilidad aumenta minuto a minuto hasta ese magnifico plano final del que
hablaré más adelante. Su calidad interpretativa parece compararse con su
gusto para elegir proyectos. Con
La Deuda,
Take Shelter,
El Árbol de la Vida y
Criadas y Señoras en su currículum ya podría pasarle a
Nicolas Cage el nombre
de su agente.
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Cigarrete tras una sesión de duro trabajo |
El resto del reparto es una larga lista de actores más o
menos conocidos donde destacan
Jason Clarke,
Kyle Chandler,
Reda Kateb,
Jennifer Ehle,
Mark Strong y el siempre interesante
James Gandolfini. Todos
están más que correctos y la variedad de personajes hace que la puesta en
escena de una operación como esta resulte más verosímil.
La banda sonora de
Alexandre Desplat pasa muy desapercibida
pero creo que es mejor así. Sin presumir de documental, está claro que la
intención de
Kathryn Bigelow y
Mark Boal es vender este producto como la
versión que más se aproxima a la verdad del pasaje histórico que nos cuentan.
Siendo así, la música haría todo más artificioso y se alejaría de lo que ellos
mismos pretendían por lo que, contextualizándolo, el trabajo de
Desplat debe
ser bueno.
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Preso tratado regular |
Sobre la veracidad de lo que se cuenta yo, por supuesto, no
tengo ni idea. Lo que sí puedo señalar es lo molestos que parecen estar en casi
todos los estamentos oficiales americanos. Los republicanos dicen que Obama filtró documentos secretos al guionista porque todo parece cierto, la
CIA que ellos no torturan y los
europeos más demócratas que toda la operación fue un asesinato a sangre fría y que esta película es una patraña. Para estos
últimos que siguen tachando
La Noche más Oscura de belicista y americana, que paguen su entrada, que está muy feo criticar por criticar. Lo digo porque ese asesinato sin
posibilidad de rendición sale claramente retratado. Como la inutilidad de los
Navy S.E.A.L., el cuerpo más tecnológico del mundo pero que sufre de la misma
inexperiencia que el resto del ejército americano. Mira que darles dos helicópteros
futuristas casi inexistentes y estrellar uno sin ningún tipo de fuerza
atacante. Los nervios por pillar a
Geronimo supongo.
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Disputas políticas |
Pero discutir todo esto es absurdo e inútil. Los que vean la
televisión seguirán llamando conspiranoicos a todo el que quiera aportar otra
versión mientras que el que ha leído tres blogs en internet se creerá el
adalid de la verdad e insultará a los adoradores de los mass media. Yo, desde
esta atalaya mediática, recomiendo informarse lo más posible y no terminar de
creerse nada. Así no sé si conseguiremos encontrar la verdad pero lo pasaremos
bien por el camino y aprenderemos un montón.
En cuanto al problema ético que plantea la película,
torturas para evitar atentados si o no, también hay quien ha entendido de todo. Personalmente creo que la respuesta está en el plano final, la cara de
Jessica Chastain durante unos segundos tras terminar el trabajo que le había
supuesto sus últimos diez años de vida. Para explicarlo, voy a compararlo con
el final de
Kill Bill. La intención de
Tarantino en su epopeya vengativa era
darle a su heroína la recompensa y el final feliz que buscaba pero sin edulcorar el
tema principal de la película. La Novia consigue sus objetivos, completa su
lista, mata a Bill y, como regalo, consigue a su hija. La emoción por lo logrado es total y la película termina con la protagonista llorando por
haber finalizado su carrera. Tras el llanto, justo antes de terminar, Beatrix
sonríe satisfecha.
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La guarida |
Lo que presenta
Bigelow era más complicado ya que no se
trata de una historia de ficción. Por eso, en ese último plano la directora se
moja y no deja que su protagonista sonría. Esa expresión de angustia aparece cuando se
da cuenta de que ha llegado a la meta y no sabe a dónde ir ni cómo continuar con todo lo que tiene en su conciencia. En ese momento se da cuenta de lo que
pesan las acciones justificadas cuando se resuelve la justificación. Ese último
plano resume la intención de toda la película y, de paso, supone la guinda del
pastel para el trabajo de una
Jessica Chastain estado de gracia. Por fin hemos
visto la cara que pondría el coyote si pillase al correcaminos.
Para terminar aclarar que la película no es perfecta. Tenía
muchos temas de los que hablar y la crítica en este punto es demasiado benévola
pero también muy larga, así que resumiré los palos diciendo que el ritmo se
resiente en algún momento de la película, la diversidad de personajes que
intervienen en diferentes momentos hace imposible conocer realmente a ninguno y la única concesión al dramatismo y patriotismo claro, el inicio con audios reales del 11-S, parece parte de una producción con una finalidad muy diferente.
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Remordimientos |
Aquí el
tráiler. No llega al nivel de crítica sin tapujos de
Redacted pero desde luego no creo que sea una película belicista. De hecho,
tampoco es bélica, es mucho más política que
En Tierra Hostil. Una buena
muestra de cine polémico disimulado. Concluyo recomendando el que de momento
me sigue pareciendo el producto más completo sobre la guerra de Irak, tanto por
lo realista de su planteamiento como por la acción que presenta y la
inteligencia de sus problemas morales, la miniserie
Generation Kill. Un 8’25.
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