7/3/13

Blue Valentine

Hoy he visto Blue Valentine, una sobre el amor, el paso del tiempo y el desamor.

Con lo que mola el cartel azul que todos conoceis
Parece increíble pero llegó. Tres años después de su gira por festivales y dos de su estreno en medio mundo, Blue Valentine aterriza en España a un mes escaso de que la siguiente película de su director vea también la luz. Las nominaciones de sus intérpretes, sus interesantes trabajos posteriores y el imposible retraso del estreno, ha hecho que todo el público potencial ya haya disfrutado de la película en estos años de letargo. Supongo que si no se consigue ahora atraer a la gente a las salas y que los críticos hagan cierto vacío, se sepa al menos que la culpa no es de los que han intervenido en la producción.

La trama mezcla dos momentos en la vida de una pareja. Por un lado vemos escenas de su enamoramiento, cuando todo iba en la misma dirección y los problemas no eran más que oportunidades. Por otro, seis años después cuando ya nada queda de aquella pasión y solo una niña parece mantenerles unidos por lo que pueda pasar.

Michelle Williams años antes de ser Marilyn
Ryan Gosling y Michelle Williams están increíbles. Él estaba en un punto de su carrera donde acababa de triunfar con El Diario de Noa y había decidido pedirle al mundo perdón haciendo películas mucho más interesantes. Ella pasaba por un mal momento personal por la muerte de Heath Ledger, ex novio y padre de su hija. Ambos interpretes se comprometieron durante meses con el proyecto llegando a vivir juntos para conocer sus propios demonios. El resultado es una sincera historia de romance y un desgarrador relato de desamor.

Gosling en modo cascao
Derek Cianfrance, director y coguionista junto con Joey Curtis y Cami Delavigne, intercala los dos relatos de un modo magistral. El maquillaje que lucen los protagonistas en el tramo de la ruptura es tan creíble como su relación, por una vez el envejecimiento forzado no da el cante y ayuda a contar la historia. La idea inicial de Cianfrance tras rodar la parte positiva era esperar realmente seis años para grabar la otra mitad, cosa a la que los productores se negaron en rotundo.

Y pese a lo intenso del montaje y las geniales interpretaciones princípiales, encuentro en ciertos detalles del argumento el mayor de los inconvenientes. Y es que es imposible no posicionarse del lado de él y terminar pensando que ella es la culpable de todo. Lo que debería ser un desmorone mutuo, se transforma en una lucha del personaje de Gosling por salvar todo lo que tiene mientras su pareja simplemente se aleja con desgana. La balanza está tan marcada que las intervenciones de Michelle Williams en el “presente” se terminan por hacer insoportables.
A pasar el rato
Aquí el tráiler. Imprescindible para gafapastas y modernos varios pero claro, que voy a decir yo, todos vimos esta película hace tiempo. Un 7.

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