Hoy he visto
Efectos Secundarios (Side Effects), una sobre
psiquiatras, medicamentos y depresiones oscuras.
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El cartel está muy bien pero este es mejor |
Parece que ahora sí es definitivo,
Steven Soderbergh deja el
cine. Lo de parece lo digo porque desde que anunció que se retiraba por las
constantes luchas con los directivos, el norteamericano ha estrenado cinco
películas y aun le queda una en la guantera que se verá solo en televisión,
Behind the Candelabra. En los veinticuatro años de carrera desde el estreno de
su glorificada
Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo,
Soderbergh ha dirigido casi
una treintena de obras moviéndose del cine independiente inicial, al más
comercial para ganarse el derecho a seguir experimentando con películas menores
de autor. Es decir, es de esos que trabajando por encargo consigue
un éxito de público para luego hacer lo que realmente quiere. El problema es
que algunas le salen tan bien que no sabes en qué lado están y ese es
precisamente el caso de
Efectos Secundarios, compleja para ser comercial pero
con interpretes de demasiado peso como para ser otro juguete del director.
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Raruna raruna |
La trama nos presenta a una mujer que pasa por una profunda
depresión. Su marido acaba de salir de la cárcel tras cumplir una pena por un
delito financiero y ella no encuentra el consuelo que esperaba.
Su psiquiatra prueba en ella nuevos medicamentos de moda hasta que da con uno
que parece calmar sus impulsos suicidas. Cuando se descubren los terribles
efectos secundarios ya es demasiado tarde y la película se convierte en un oscuro
thriller de secretos, juicios, mentiras y seducción.
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Gigolo Joe con el agua al cuello |
Rooney Mara es la joven protagonista. Tras su pequeño papel
en
La Red Social alguien debió fijarse en ella y logró convencernos en la versión americana de
Millennium: Los Hombres que No Amaban a las Mujeres. En
esta película consigue manejarse en el intrincado guión de
Scott Z. Burns y
llevar al espectador donde quiere. Sin necesidad de vestuario gótico,
Mara da
más miedo aquí que como investigadora radical con dragones en la espalda.
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Amante esposo |
Jude Law es el psiquiatra que se meterá en todo este lio. El
actor tiene sus fans y detractores pero estos últimos lo tendrán difícil para
conseguir una mala crítica por este trabajo.
Law está espléndido como tipo
perseguido que sabe que es culpable pero no del todo. Su escalda en la
desesperación constituye prácticamente los dos últimos tercios de la película y
no permite que el espectador separe los ojos de la pantalla un segundo.
Catherine Zeta-Jones está increíble como mala pécora de la
historia y
Channing Tatum, el esposo que vuelve de la trena, no molesta aunque
sigue sin convencerme. Realmente no sé qué ha visto
Soderbergh para enamorarse
de él y darle papel en sus tres últimas películas.
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Catherine mala pécora |
La banda sonora de
Thomas Newman es correcta, como todos los
trabajos del compositor, pero le sigue faltando chicha. En anteriores películas
del director de ritmo trepidante y puesta en escena aséptica, como
Contagio, le
confió el apartado musical a
Cliff Martinez, alguien que se mueve en el tono
ambiental tan bien como
Newman pero con un toque más de personalidad que vendría perfecta.
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Tensión total |
En cuanto a la parte técnica, nada se le puede reprochar a
Soderbergh. Guste más o menos su cine, el
director sabe dónde colocar la
cámara, cuándo cortar para acelerar el ritmo y, en definitiva, cómo contar una
historia. Gracias a esto la fotografía, montaje y ritmo de la película son
perfectos y medidos al milímetro. Ojo, que se permite el cachondeo de indicar en los títulos de crédito que la dirección de fotografía es de un tal Peter Andrews y el montaje de Mary Ann Bernard, sus dos seudónimos habituales en estos apartados.
En conclusión, una historia aun más oscura de lo que parece
al principio, contada con una pulcritud de consulta médica. Un acierto técnico y
artístico en el que destaca el trabajo de los dos protagonista, el enrevesado
pero contundente guión y el trabajo de cirujano de un realizador que parece colgar
la bata.
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Esas pirulas |
Woah, tenía ganas de verla pero no sabía si iba a ser un bodrio con sueños de grandeza o una peli buena.
ResponderEliminarCon todo lo que dices me han entrado muchas ganas de verla,luego volveré a ver tu crítica.
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