Al tajo |
La trama nos presenta a Benjamin, un joven que, recién acabados sus estudios, empieza a trabajar en un hospital. Tendrá que lidiar con compañeros con más experiencia, errores que duelen más debido a su profesión y la dureza de un sistema que olvida lo fundamental del día a día en el centro.
Vincent Lacoste funciona y a ratos dan ganas de pegarle un bofetón, algo que sin duda pedía el personaje. Al final quien se queda con la cinta es Reda Kateb, el compañero experimentado que viene a ser la conciencia del hospital, un House sin mala leche.
Y es que la comparación con la serie americana es necesaria, de hecho Lilti se deja de tonterías y sitúa a sus personajes como seguidores de la misma. Aun así, tiene algo de todas esas series de médicos que han ido apareciendo por la pequeña pantalla. Sin la ironía de la ya mencionada, los amoríos de Anatomía de Grey, la celeridad de Urgencias y los dramas familiares de nuestra Hospital Central, Hipócrates es una satisfactoria muestra dentro de su propio género que, si bien no termina de ser fundamental por nada de lo que ofrece, gustará a todos los que lo hagan con cualquiera de los títulos mencionados.
Este no lo ve claro |
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