La canción del mar (Song of the Sea)

La canción del mar (Song of the Sea), el cuento que hacía falta.

Este cartel no hace justicia

Y es que poder decir simplemente eso, que estamos ante un gran cuento, genial, poético y delicado, ya es motivo suficiente para recomendar esta película de Tomm Moore. Por si fuera poco, es la segunda vez que lo hace, ya conquistó a medio mundo con El secreto del libro de Kells y ahora vuelve a las fábulas irlandesas para encandilar al otro medio.

La trama nos presenta a Ben y Saoirse, dos hermanos que viven en un faro pero, tras perder a su madre, son llevados a la ciudad. Allí no están muy contentos así que emprenderán un viaje de vuelta donde descubrirán muchas cosas, como el extraño vínculo entre Saoirse y los selkies, una criaturas míticas que rondan la costa.

La canción del mar fue una de las nominadas este año al Oscar y, con los antecedentes de su creador, las expectativas estaban altas. Para hacerlo todo aun más complicado, vi por primera vez esta cinta tras un pase de Mi vecino Totoro, la joya de Miyazaki que empequeñecería cualquier propuesta posterior. Estaba dinamitando las posibilidades de que esta propuesta de humilde animación tradicional me gustase, pero ahí estaba el arte para la narración de Moore, la música de Bruno Coulais y el buen gusto de todos los responsables para que la magia de Irlanda calase hondo. Puede que impulsado por la inercia, hasta encontré similitudes con el título de Ghibli, aunque sólo sea por el respeto a la naturaleza, el protagonismo de dos hermanos que consiguen ver más allá y la unión del mundo tangible con el espiritual. Un cuento maravilloso que va creciendo hasta que llega a su clímax, unos últimos veinte minutos de magia pura que harán que salgas de la sala con los ojos enrojecidos y una sonrisa de satisfacción.

Esta imagen sí

Trailer. Un caramelo muy superior a sus dos competidoras multisalas en los Oscar e incluso mejor que El cuento de la princesa Kaguya. Siendo opuestas en su propuesta, la única que podría haber jugado cara a cara contra la ganadora moral, La Lego película. Un 8.