3/11/15

La cumbre escarlata (Crimson Peak)

La cumbre escarlata (Crimson Peak), cuando el adorno no tiene nada que adornar.

La pandilla
Es muy divertido hablar de pelis malas, dar palos sin piedad y quedarse a gusto tras ver un petardo. Otra cosa es que te toque hacerlo sobre el trabajo de alguien a quien admiras, entonces la cosa se complica. Descubrí a Guillermo del Toro cuando alquilé El espinazo del diablo y desde entonces he disfrutado con sus obras, sufrido sus cancelaciones e incluso soñado con su casa, un maravilloso y completo museo del monstruo. Por eso me molesta no poder remar a favor, y más teniendo motivos dentro de La cumbre escarlata para hacerlo pero, por más días que pasan, y ya son unos cuantos desde que salí del cine, más me convenzo a mi mismo de que, lamentablemente, es un petardo.

La trama, escrita por Matthew Robbins y el propio del Toro, presenta un relato visto y poco original, algo que no tendría por qué ir a la contra al tratar de homenajear la novela gótica, pero que termina cansando por tópico e insustancial. Una joven escritora, imaginativa y con experiencia fantasmagórica incluida, es embaucada por un apuesto vendemotos que le roba el corazón en cuanto abre la boca. Pero el amor tiene sus consecuencias y, tanto ella como su fortuna, se verán trasladadas a una mansión que se cae a pedazos, sangra arcilla y respira como intentando dejar de hacerlo.

Mira que desperdiciar esto...
Mia Wasikowska no me convence, ya la he sufrido en muchas ocasiones y no hay manera de que sienta ninguna empatía con ella. Ni con un guión como el de Stoker pude defender su interpretación y aquí, una especie de chica independiente pero enamoradiza, fuerte pero temerosa, no puedo hacer otra cosa que desear que vuelva a la pantalla Tom Hiddleston, único factor humano a rescatar en este título. Y no, no me olvido de Jessica Chastain, también está en el saco de lo que no funciona, por predecible y caricaturesca sin llegar nunca a sorprender o resultar poderosa.

En cuanto al diseño artístico, sólo puedo soltar flores. Una lástima que este cuento tontorrón repleto de lugares comunes, ocurra en un maravilloso decorado que quiere ser protagonista pero no le dejan. El vestuario, maquillaje, el diseño de los fantasmas y la maravillosa mansión viviente sí están a la altura del alma atormentada que pretende emular. Y ya que nombro a las criaturas espectrales, no puedo evitar apuntar que están interpretadas por Doug Jones y su homólogo español, Javier Botet, siendo esta la primera vez que coinciden los dos geniales larguiruchos.

En definitiva, un intento fallido, mucho más en el fondo que en la forma, que consigue el escenario que hubiese disfrutado Mario Bava pero fracasa en su planteamiento, tropezando incluso cuando se marca un Hitchcock.

Un bañito rico
Aquí el trailer. A ver si le dejan hacer pronto Pacific Rim: Maelstrom y me quito esta espinita. Un 4'5.

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