No hace falta más |
Y es que la colección de fotografías increíbles firmadas por Sebastião Ribeiro Salgado es impresionante. La cinta nos cuenta parte de su historia, cómo dejó la estabilidad persiguiendo un sueño hasta que se enamoró perdidamente de su oficio, pero también nos ayuda a echar una ojeada al mundo, al dulce y al insoportablemente amargo. A través de reflexiones sobre sus propias imágenes, presentadas de un modo elegante y nada monótono, vamos conociendo los diferentes viajes y aventuras de un tipo que lo da todo por lo suyo, motivo suficiente para dedicar unos minutos de nuestro tiempo a quien sea. Nos descubre gente increíble, trabajadores incansables, soñadores del oro, supervivientes de todo tipo y, claro, muerte.
Cuando el documental se sumerge en las hambrunas de Somalia y el desastre de Ruanda, el espectador vive una experiencia parecida a la del protagonista y casi prefiere cerrar los ojos. Esta parte, casi el corazón de la cinta, se puede hacer bastante cuesta arriba, como le pasó al propio Ribeiro Salgado. Hastiado por un mundo que no tenía solución, se retiró de la fotografía social y redescubrió la ilusión años mas tarde con la naturaleza. Wenders acompaña al aventurero en un par de viajes y las interacciones entre ambos son pura magia. Dos tipos dispuestos a arrastrarse a donde sea para mostrarlo todo. Un documental tremendamente duro, bello y, si es que sigue valiendo el tópico, necesario.
Who watches the watchmen |
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