Ver para creer |
La trama nos presenta a un biólogo que está estudiando la evolución del ojo humano. En su camino hacia el progreso científico, se enamora de una mujer por su iris y terminará siendo la clave de un descubrimiento sorprendente. Religión contra el método científico, pasar página ante sucesos horribles y afrontar retos hasta el final, son los temas sobre los que Cahill decide hablarnos.
Michael Pitt está estupendo como protagonista y el misterio que envuelve a Astrid Bergès-Frisbey es un placer. La química entre estos dos, entre miraditas y amor infinito, es el suspiro de un moderno, la ensoñación hipster que un barbudo y una it girl siempre han deseado. Ni cuando la correcta Brit Marling aparece en pantalla desaparece esa unión mística.
Espera, tienes información biológica en el ojo |
Una película de esas que el boca a boca hará más famosa e interesante. Un relato que compartir, bien narrado y con ideas que, sin ser redondo, se queda en la mente un rato, algo que es de agradecer ante la avalancha de títulos de ver y olvidar. Para los pacientes, la sorpresa tras los créditos es curiosa, vuelve Adolfo.
Se buscan iris multicolores |
Yo ya tengo los deberes apuntados en la agenda para este fin de semana.
ResponderEliminarTengo que reconocer que podría pasar varias horas viendo a Michael y Brit mirando por una ventana y sería feliz, así que ésta me encantó. Y sí, también agradecí aquello de que una película te haga pensar. Sólo me sobró alguna que otra pajarita de más, pero eso ya son cosas mías...
Ahora que han pasado unos meses, en mi memoria ha quedado el recuerdo de una buena película que se me desinfla y no me convence el tercer acto. Y te lo digo a ti para que hagas con esta información LO QUE TE DE LA GANA
Eliminar