6/5/14

No se Aceptan Devoluciones

No se Aceptan Devoluciones, una sobre hacer lo de siempre y, por lo que sea, petarlo.

Pues ya está
Hay tres películas actuales que han tenido un éxito que no comprendo. Por un lado Frozen: El Reino del Hielo, clásico Disney sobrecargado de canciones que no cuenta nada nuevo pero que se llevó el Oscar por delante de la superior El Viento se Levanta y que arrasó en taquilla e internet. Luego está lo de Ocho Apellidos Vascos, comedia irregular mal hilvanada que ha reventado todos los records nacionales de recaudación. El tercer ejemplo es el que nos ocupa, No se Aceptan Devoluciones, cinta mexicana que triunfó en su tierra y ha conseguido la mayor recaudación en Estados Unidos de una película de habla hispana en la historia. Todo esto esto siendo un truño.

La trama nos cuenta cómo un mujeriego recibe un bebé de una relación de hace unos meses. Cría a la niña durante seis años hasta que vuelve a aparecer la madre pidiendo su custodia y él, con razón, se mosquea.

Dirigida y protagonizada por Eugenio Derbez, cómico de gran fama en mexico, el guión viene firmado por Guillermo Ríos y Leticia López Margalli. También deberían aparecer los nombres de Steve Franks, Tim Herlihy y Adam Sandler, por aquello de que cuenta lo mismo que Un Papá Genial y otras tantas películas para televisión.

Ligoteando
Derbez está correcto como actor, muy acertado como productor y escaso como director. Le acompaña Loreto Peralta, la niña de la historia y el mayor acierto del título.

Si esto fuese un producto más humilde, estrenado sin ese background de taquillazo sorpresa y sin las notas de producción que circula por ahí, todo sería más fácil. Pero no es así. Y eso que la he visto con el audio original, que se estrene doblada en España no tiene nombre.

Derbez intenta trascender en la comedia añadiendo drama y lo hace del modo más rancio posible. Busca la lágrima fácil constantemente en sus larguísimas dos horas de metraje, olvidando el humor por el camino o no consiguiendo que funcione. Al final todo se convierte en se el telefilm moralista menos apetecible, una tragicomedia en la que no lloré, no reí y no descubrí nada que mereciese la pena.

Jugueteando
Aquí el trailer. Se está promocionando como la respuesta mexicana de Cinema Paradiso o La Vida Es Bella. Si la primera merece un 10 y la segunda un 8, esta, sintiéndolo mucho, me parece de 4’5.

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