29/3/14

Capitán América: El Soldado de Invierno (Captain America: The Winter Soldier)

Capitán América: El Soldado de Invierno (Captain America: The Winter Soldier), una de mamporros con escudo y regalos comiqueros.

Scarlett con una pose muy natural
Nuevo desembarco del universo fílmico de Marvel y nuevo acierto. La segunda parte de las aventuras del Capi sigue la pauta de Thor: El mundo Oscuro y mejora la primera ofreciendo más diversión, más acción y más cómic, es decir, mejor.

La trama cuenta el regreso de HYDRA, la malvada organización nazi, resquebrajando los mismísimos cimientos de S.H.I.E.L.D.. El pobre Nick Furia sólo puede confiar en Steve Rogers para acabar con los malos. Para colmo, un infalible sicario venido del este, tiene en su punto de mira tanto al Capi como a Viuda Negra y parece que tiene un secretillo bajo la máscara. Secretos por aquí, mentiras por allá, al final hasta la mejor espía del mundo no sabe ni a quién está engañando.

A lo McClane
Con lo soso que es y se le termina cogiendo cariño. Chris Evans tiene en esta película mejores escenas en los primeros quince minutos que en Capitán América: El Primer Vengador y Los Vengadores juntas. A base de pegar escudazos se gana nuestro corazoncito y ha sabido adaptarse al traje de tal manera que ahora sí me da pena lo poco que nos queda del Evans estrellado.

Samuel L. Jackson y Scarlett Johansson están tan bien como siempre y se agradece que tengan aun más protagonismo que en cualquier otra película anterior. La escena del coche de Furia es una gozada y cualquier fotograma con Scarlett es mejor que sin ella.

Sebastian Stan está mejor que nunca y Anthony Mackie es una versión actualizada de Falcon que apetece mucho más de lo que esperaba. Robert Redford aporta a la película el toque de solemnidad que buscan con estas apariciones hollywoodenses. Los demás están todos igual de correctos y Cobie Smulders sale poco así que no se puede pedir más.

Está mosqueadilla
Todo esto es gracias a la dirección de Anthony y Joe Russo y al guión de Christopher Markus y Stephen McFeely. Han sabido mantener al prota en la tierra y rodar la acción sin ostentosas recreaciones por ordenador. Como su trama política, las explosiones y guantazos parecen mucho más pegadas a principios de los noventa que al cine actual y eso se agradece. La elección de entremezclarlo todo con la trama de Ed Brubaker sobre El Soldado de Invierno es un acierto absoluto.

La banda sonora de Henry Jackman es mero acompañamiento pero reconozco algunos momentos interesantes, especialmente cuando rodea al misterioso villano enmascarado con inquietantes chirridos que inundan la sala.

Molando un rato
Las referencias para el lector de comics ocasional son abundantes y fáciles de encontrar, pero para el marvelita de pro son simplemente interminables. Todo esbirro con frase termina teniendo un apellido de villano conocido, toda marca de fondo hace referencia a algo y, por si fuera poco, hay una lápida donde se lee: "The Path of the Righteous Man. Ezekiel 25:17". Pulp Fiction en el universo Marvel, yo ya.

En conclusión, y despegándome por un segundo del fanboy que llevo dentro, una película que lejos de ser perfecta, vuelve a acercarse con ganas a lo que debería ser un cómic en el cine. Es divertida, tiene trama detrás de la acción y muchas referencias al mundo del que procede y al que pretende llegar. Y lo de la escena en mitad de los créditos es para mirar con ojitos golosones a Joss Whedon durante todo el año que queda para el estreno del final de la Fase 2.

Le queda bien ¿no?, y si...
Aquí el trailer. Próxima parada en agosto con Guardianes de la Galaxia y luego ya descanso hasta Avengers: Age of Ultron en mayo de 2015. Se va a hacer largo. Un 8'5.

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