15/1/14

Nymphomaniac. Volumen 1 (Nymphomaniac: Volume 1)

Nymphomaniac. Volumen 1 (Nymphomaniac: Volume 1), una sobre pesca, BachFibonacci y sexo por todas partes.

Gustico
A Lars von Trier le pierde esa bocaza suya. Si no fuese tan plasta en público, no sé si conseguiría tanta repercusión internacional, pero seguro que tendría el interés que reclama de los críticos. Su genialidad a la hora de dirigir se me olvida desde que empieza a promocionar un nuevo trabajo hasta que estoy sentado en la butaca. Una vez allí, a los cinco minutos vuelvo a pensar lo de siempre: joder, Lars von Trier es un genio.

Como le pasase a Tarantino con Kill Bill, el danés más cansino terminó con un metraje excesivo para una sola película y cedió ante la presión de los productores, era eso o recortar la mitad. Gracias a esto ahora habrá que esperar a que se estrene Nymphomaniac: Volumen 2 para hacernos a la idea del proyecto en su totalidad.

El reto de los lacasitos a tope
Lo que cuenta esta primera parte es cómo un hombre solitario se topa con una mujer herida en el suelo. Como buen samaritano ayuda a que se recupere y le ofrece reposo en su casa, gesto que dará pie a la conversación que vertebra la película. Una charla en la que ella cuenta su vida enfermizamente sexual culpabilizándose una y otra vez mientras él, compresivo, asemeja su comportamiento con otros aspectos del mundo más normalizados.

Charlotte Gainsbourg y Stellan Skarsgård son los dialogantes y, pese a que su actuación es más que aceptable, no supone el gran reto que todos esperábamos. Se supone que vendrá en la segunda parte.

Uma Thurman protagoniza uno de los mejores momentos de la película y, como no podía ser de otra manera, las apariciones de Christian Slater y Shia LaBeouf me sacan de lo que estoy viendo. La desconocida Stacy Martin es la que sustenta, como versión joven de la protagonista, toda la película. Su fingida inocencia encaja a la perfección con un personaje que no tiene ningún tapujo en ponerse en manos de su director. Es ella la que protagoniza todas las escenas tórridas y explicitas que, según su creador, supondrían su entrada en el género pornográfico.

Shia antes de plagiar algo
Estas declaraciones a viva voz son las típicas bravuconadas de von Trier que hace que cualquier noticia sobre su persona no apetezca. Luego, una vez más, se estrena el supuesto escándalo y sí, contiene escenas de sexo en primer plano, pero también una historia poética, personajes interesantes, humor ácido y una narrativa de primera clase que engancha al espectador más disoluto.

Su inicio, primero sin imagen, luego sin música y más tarde roto por el Führe Mich de Rammstein, es todo lo que un cinéfilo de mente abierta necesita para saber que debe prestar toda su atención las próximas dos horas. La película es menos poligonera de lo que cabría esperar y mucho mejor de lo que su director vende. No es cine porno, es poesía con sexo.

Uma algo mosca
Aquí el trailer, aunque aviso que contiene imágenes de las dos partes. El 24 de enero se estrena Nymphomaniac. Volumen 2 donde podremos hacernos una idea más clara del conjunto y cerrar la trilogía de la depresión que forma junto con Anticristo y Melancolía. Un 8’0.

No hay comentarios:

Publicar un comentario