Pompeya (Pompeii), una de tener un plan suicida y que un
volcán se te adelante.
La trama nos presenta a un joven celta que es testigo de la masacre de su pueblo. Es el único superviviente y termina convirtiendo en un implacable gladiador. Un día se enamora de una
señorita de Pompeya que es pretendida por un cruel senador romano y claro, el
héroe se ve obligado a escapar para rescatarla de sus garras. Cuando todo
parece perdido, al Vesubio le da por despertarse.
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Cuando se van los del mercadillo |
Como las actuaciones son tan planas como sus diálogos, es
más divertido si nos referimos a los interpretes imaginando que son personajes
de otros productos. Gracias a esto ponemos ver a
Jon Nieve rescatando a
Babydoll de las garras de
Jack Bauer. Tendrá como aliados a sus suegros,
Moriarty y
Trinity, y a
Mr. Eko, su colega gladiador.
Chorradas a parte, hay que reconocerle a
W.S. Anderson haber
trasladado el espíritu de las grandes producciones de antaño. La trama es igual
de tonta pero es tan fácil de seguir que no se hace pesada. Los efectos
especiales son algo reguleros pero también tienen su gracia.
Oh la la que bodrio... John Snow es John Snow y ya.
ResponderEliminarAhora que han pasado un par de semana me parece aun más dura de aguantar...
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