19/2/16

Carol

'Carol', embobarse con un escaparate en Navidad.


Si te ocurre eso, si sabes que está puesto ahí sólo par que te guste, que la celebración en sí no está mal pero que lo que realmente te atrae es la decoración y lo que pretende significar. Si eres tú el que termina imaginando la chimenea, el sillón, el té con pastas y el árbol cerca de la ventana donde se ve nevar. Si te da igual estar en la calle mirando a través de un cristal que te separa de aquello que te ha llevado a esa imagen, aunque no se parezca en absoluto, puede que disfrutes con lo que ha preparado Todd Haynes.

Elegante, cálido e irresistiblemente limpio, por mucho que pretenda remangarse en un par de ocasiones y elevar el conflicto hasta el borde del precipicio, esto es una idealización de la película en sí misma.

'Carol' es Cate Blanchett, es más, es nuestra idea de Cate Blanchett. Junto a Rooney Mara, hacen la pareja que nos gustaría que fuesen, complementándose en sus opuestos sin fisuras, llegando al imprescindible drama sólo por culpa de terceros.

Mecidos por Carter Burwell, la trama nos presenta el escaparate, nos sitúa en su condición de imagen perfecta e intenta llevarnos a otros rincones de la tienda. Es el espectador el que tiene que decidir si juega a creer que esas otras esquinas son los lugares que plantea, o un simple intento de un encargado con demasiado tiempo libre.

Yo entré, me dejé llevar y compré el tren eléctrico.


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