Otros futuros que no

Vale, hemos llegado. La fecha a la que Marty McFly viajaba en Regreso al futuro II es hoy, 21 de octubre de 2015. Lo cierto es que llegaba a las 16:29 del horario californiano, es decir, en España no alcanzamos la fecha hasta la 01:29 del 22, pero en internet eso está dando igual porque, en fin, supongo que da igual.

Llevamos varias semanas inundados con artículos sobre el tema, centrados en su mayoría en lo que se ha cumplido y lo que no de esa visión de nuestros días que se tenía en los ochenta. Muchos han aprovechado el tirón, como Pepsi sacando el refresco de la peli, Nike tuneando unas zapas o unos tipos súper listos haciéndonos soñar con tablas voladoras. De todo lo creado ex profeso para la fecha, me quedo con el trailer de Tiburón 19, por cachondo y funcional.

El caso es que se le está dando un bombo a este 21 de octubre que sobrepasa todo lo imaginable hace unos años. Esto corresponde principalmente a dos motivos. El primero es la calidad de la saga y sus fieles seguidores. Aunque a mí la segunda entrega siempre ha sido la que me ha dado más bajona, la buena es la primera y la tercera es mejor porque, joder, van al Oeste, lo cierto es que la trilogía de Zemeckis siempre ha sido uno de los pilares de ese cine añorado de hace tres décadas. Un abrazo desde aquí a los fans de toda la vida, los que llevan desde entonces con un póster con el DeLorean colgado en su cuarto.

Por otro lado, tenemos este nuevo fenómeno de la nostalgia forzada, el frikismo poser, el modernito Peter Pan. Hoy, en las maratones de las tres películas que se realizarán por todo el mundo, coincidirán en las mismas salas los que quedábamos hace años para hacer esto en nuestras casas, con charla de niños con granos posterior, y los que se reían de ello. Ahora todos son fanáticos de los 80 porque es trendy, llevan una chapa del pobre Naranjito y tienen un par de camisetas de Los Goonies. Si les piden más títulos, remitirán sin dudarlo a La princesa prometida y a Willow. Hasta ahí su cultura cinematográfica de la época de la que dicen ser amantes incólumes. No les pregunten por los realizadores de las mismas claro, que la cosa se complica, pero ahí están, presumiendo de entradas en redes sociales y de ser rematadamente frikis xd lol.

Siento este arrebato amargo, en el fondo ha venido bien que esta subcultura, ya sea en el cine, el cómic o demás ámbitos antes minoritarios, se haya puesto de moda. Ahora puedo ir a Pull&Bear y comprarme una camiseta de Batman bien chula. La llevarán tipos que sólo conozcan al personaje por Nolan, sí, pero en unos años, cuando esto pase, yo tendré un buen fondo de armario que seguiré usando bien contento.

Habiendo repasado los motivos por los que esta fecha señalada en el calendario sí ha tenido impacto mediático, voy a repasar una breve lista de futuros cinematográficos que también hemos alcanzado y que no, no fueron como nos prometieron.

1984 - 1984: Aunque Gran Hermano lleva más de una decena de ediciones y tenemos a caraplasma en el poder, dista mucho de ser la efigie amenazante que imperaba en la cinta del relato de Orwell.

1984 - Curso 1984: Las bandas no han tomado los colegios, los baños están algo más limpios y Michael J. Fox no lleva el pelo a tazón.

1995 - La naranja mecánica: Lo kitsch lleva muerto una década, la ultraviolencia se concentra en los campos de fútbol y nadie escucha ya al glorioso, glorioso Ludwig Van.

1997 - 1997: Rescate en Nueva York: La Gran Manzana ha sufrido lo suyo pero no ha caído en manos de los delincuentes, el mundo necesita un héroe como Serpiernte Plissken pero no lo tenemos. Hideo Kojima lo sigue intentando.

1997 - Doce monos: Nos hemos librado del virus, no vivimos en las alcantarillas, los animales del zoo no campan a sus anchas por las grandes ciudades y Bruce Willis vuelve a estar de capa caída.

1999 - Curso 1999: Las aulas siguen sin ser dominadas por bandas y el gobierno no emplea a ciborgs asesinos como profesores. Pam Grier revive con Tarantino pero no con esqueleto de titanio.

2001 - 2001: Una odisea del espacio: El salto evolutivo no se ha dado, ni naves de gravedad centrífuga, ni H.A.L. 9000 molestando en tu casa, ni lo del bebé flotante. Chasco.

2005 - El hombre bicentenario: No hay androides de protocolo tan pastelosos y aburridos como el de la peli, pero Apple está llenando las casa de cacharritos electrónicos que hacen mucha compañía.

2010 - Fahrenheit 451: Aunque nos atonten con la televisión, el gobierno aun no anda prohibiendo libros, no al menos de manera continuada. Los bomberos siguen apagando fuegos y los clubes de lectura siguen sin tener valor.

2012 - 2012: Nadie ha hecho unos barcos gigantes, el mundo no se ha venido abajo y Roland Emmerich sigue dando cosica.

2012 - Soy leyenda: Es más difícil encontrarse a Will Smith paseando un perro por un Nueva York apocalíptico que tocando la guitarra con Pablo Motos por Atresmedia.

2013 - 2013: Rescate en L.A.: Seis años después seguimos sin Serpiente Plissken, sin ciudades-carcel, sin olas con las que adelantar vehículos y sin parapentes de guerra.

2015 - RoboCop: Aquí estamos cerca, Detroit sí se ha ido a la mierda y los abusos policiales bueno, digamos que son un tema en Estados Unidos. Aun así, estamos lejos de que si eres brutalmente asesinado por una banda callejera, puedas transformarte en un gigante de lata molón.

2015 - El 6º día: Aunque el Chuache ha vuelto y The Rock está retomando su espíritu, no tiene pinta de que se reconozcan como clones y se líen a trompazos. Sería un placer ver esa batalla, eso sí.

2015 - Neon Genesis Evangelion: No hay rastro del Segundo Impacto, de los EVA ni de NERV, pero en Madrid hubo un pequeño temblor, pusieron bicis eléctricas y tuvimos cambio de gobierno. It's something.