13/10/14

Sitges día 8: lo otro

Los pases del día están muy bien descritos y analizados en Sitges día 8: las películas. Si has ido a parar aquí es porque te han indicado mal. Da media vuelta y sé feliz.

Despierto pronto porque el deber lo requiere, hay muchas pelis y no se van a ver solas. La buena noticia es que en el santuario que es mi albergue, avisé el día anterior de mi temprana partida y ahí está el desayuno, listo para ser engullido una hora antes de la oficial.

Hay muchos detalles que hacen diferente mi nueva casa de reposo del Atalaya/Olga/Olga's Palace de San Sebastián. El primero que me viene a la mente es la amplitud de la habitación, elemento que no sólo ofrece más espacio para vivir si no que difumina el olor a choto hasta que desaparece. Otra ventaja interesante es el baño para cada habitación, es decir, comparto este lujo con siete personas, no con treinta surfistas. Lo del desayuno incluido ya es algo como de otro mundo, por no hablar de la limpieza diaria, la comodidad de la sala común y la simpatía de las encargadas. Todo esto por un precio algo elevado para ser un albergue pero, como no, más barato que el tugurio del que tanto os he hablado. Puede que tenga que dar un paseo para llegar a diario a mi destino, pero ni eso oscurece las ventajas de esta joya de la que no puedo decir el nombre porque quiero plaza el año que viene y sois unos listos.

Auditori
El caso es que con el estómago lleno para aguantar el día, empezó la procesión de películas que nos lleva de un sitio a otro. Para el que no haya probado aun las mieles del festival de festivales, en Sitges hay tres cines principales. El primordial es el Auditori, situado en el Hotel Meliá Sitges, centro neurálgico durante esta semana, y es la sala descomunal donde se realizan los actos oficiales y donde más cómodo es quedarte dormido. Una de las curiosidades de este lugar es que, a diferencia de la cola común del resto de espacios, aquí se divide a los visitantes en infinidad de zonas. En una esquina se alinean los que tienen bono o invitación, estos son los únicos que no se ven subdivididos. En medio de la plaza que se crea en la entrada, hay un establo donde se encierra a la gente que tiene entrada comprada y, cuando el recinto presenta el aspecto del metro de Tokio, SEGURATA precinta la zona y organiza otra cola en otro punto del lugar para los que vengan después. Este tipo es una de las estrellas del festival y el encargado de recoger a los acreditados de prensa que anden perdidos en otros lugares para recopilarlos detrás del photocall y, claro, dividir su propia fila en una segunda que es paralela a la segunda de los visitantes de entrada comprada. Puede que os estéis liando pero SEGURATA no se lía. Si SEGURATA tiene que meterte un grito porque no vas ahí, SEGURATA te lo mete. Hay quien dice que si Pumares está siempre el primero en la cola es porque le gusta sentarse en el mismo sitio, derecha, fila diecisiete, pasillo, pero en realidad es porque teme confundirse y enfrentarse a la ira de SEGURATA. Todo se relaja en cuanto empiezas a escuchar pitidos de cajeras de supermercado y sabes que significan que la gente está entrando y validando sus entradas.

Retiro
El segundo espacio a destacar en el cine Retiro, el favorito de muchos. Cine antiguo, con palcos de sillas imposibles, donde se vive el cine de otra manera. Aquí es donde debes ver las gamberradas porque el público está ávido de sangre, sexo y cualquier exceso imaginable. En las maratones hasta las siete de la mañana descubrirás a tipos que parecen salidos de esas películas. Muchos viven allí durante el festival, acurrucados entre butacas y dormitando en la zona superior. Ahorran mucho en estancia pero su salud va menguando conforme pasan los días. Aunque la Zombie Walk sea al principio, estos tíos están listos toda la semana, sin necesidad de maquillaje ni tonterías. Lo que más me gusta de esta sala es que aquí siempre es fiesta, da igual que la peli sea una mierda, dos o tres momentos de aplausos vas a vivir.

Prado
El tercer cine principal es el Prado, donde se reúnen las películas más serias, documentales o experimentos trascendentales. En muchas sesiones el ambiente termina siendo como en el Retiro pero la rotundidad de su programación acalla a los más fieros. Aun así, lo más destacable de la sala es que las butacas empiezan a descolorase seriamente desde el segundo día. La sujeción con el suelo es regular y entre pase y pase hay que recolocar filas e incluso levantar a gente del suelo porque, al utilizar el respaldo, han descubierto que nada impide a su asiento no tumbarse en el suelo sorpresivamente.

A parte de todo esto hay diferentes espacios por toda la ciudad, incluyendo el reservado para la sección Brigadoon que no pude catar por falta de tiempo en el abultado calendario. Si has terminado aquí curioseando para preparar tu visita en años venideros, hola ser del futuro, disfruta del tutorial. Si sólo estás rememorando lugares conocidos, hola amigo, elige una posición y mantente así toda la peli que detrás tuyo puedo estar yo y no veo los subtítulos.

1 comentario:

  1. genial, me he sentido muy cerca del festival, casi dentro y ahora me da pena que se termine. Te voy a echar de menos en mi tiempo de pasar un ratejo!

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